El estado de Alarma establecido hace unos meses interrumpió la rutina académica de nuestros menores, dio paso a un extraño fin de curso; y con éste, dimos la bienvenida a un verano diferente. Llegado septiembre, el verano se despide y deja paso, desde el próximo día 10 a la “Vuelta al cole”. Esta vez, una vuelta al cole atípica, llena de cambios que se suman a los ya ocurridos y asumidos.

En mi opinión, no existen instrucciones o pautas universales que nos indiquen cómo afrontar los primeros días del colegio, pero sí podemos tener en cuenta algunas recomendaciones generales que, adaptándolas a la idiosincrasia de nuestra familia, pueden ser de gran ayuda.

La realidad es que los niños perciben las emociones y preocupaciones de sus padres, funcionan como “esponjas” de nuestros miedos y angustias, y por supuesto, también de nuestra tranquilidad y confianza. En este sentido es muy importante trasladar la verdad a nuestros hijos, siempre adaptada a su edad y nivel de comprensión; hablarles de las circunstancias, de la importancia de ser prudentes y seguir los nuevos protocolos escolares. En este sentido, resulta más eficaz que comprendan y le encuentren un sentido a trasladarle miedo e inseguridad frente el comienzo del cole.

Podría ofrecer unos 10 consejos para que todo resulte algo más fácil para los niños y para nosotros los padres:

1- Explicar la nueva situación y los cambios que se van a encontrar usando un lenguaje adaptado a su edad y capacidad.
2- Preparar con antelación el primer día de cole, para que ellos ya conozca qué se espera de ellos, dónde y cómo tienen que hacer la entrada y salida del centro.
3- Ayudarles a adquirir responsabilidades y rutinas de autoprotección como el uso de la mascarilla y su correcta manipulación, el lavado de manos y el mantenimiento de la distancia social en la medida de lo posible.
4- Motivarlos sin transmitir ansiedad, sobre la importancia de hacerlo correctamente cuidando el no exigirles algo inasumible para su edad.
5- Informarle de los cambios que van a encontrar en su centro escolar para reducir el miedo ante lo desconocido.
6- Si se recurre a la formación On line, tener precaución con el tiempo de exposición a las pantallas para no desfavorecer otras actividades necesarias para su desarrollo.
7- Incorporar y facilitar en el día a día del niño rutinas de ejercicio físico o actividades al aire libre siempre que sea posible.
8- Resolver las dudas que nos planteen y comentar sus preocupaciones.
9. Mantener un contacto frecuente con el centro para poder darles información pertinente y actualizada
10- Meter en la mochila dosis de “Paciencia, comprensión y amor”

Como medidas transversales a todo lo anterior, creo que muy importante escucharlos con atención y empatía especialmente cuando refieren dificultades y malestar emocional. Llevan casi 5 meses sin ir al cole presencialmente, sin jugar con sus amigos en la mayoría de los casos y debemos evitar hacer “como si no pasara nada”. Al principio, los primeros días pueden ser estresante para ellos el volver a retomar sus relaciones, sus responsabilidades, sus hábitos y rutinas de clase, horarios y condiciones nuevas, la mascarilla, el gel desinfectante, las nuevas normas del patio, pero…¡seguro que se adaptarán! Esto ya lo han demostrado desde el pasado mes de marzo, pero puede requerir tiempo, comprensión, cariño y muchas respuestas a las dudas que le surjan.

Los primeros días pueden sentirse en una “montaña rusa emocional”: miedo, nervios, ilusión, alegría, ansiedad de separación… y puede que requieran algo de apoyo y ayuda para gestionar tanta emoción junta. Puede ayudarles que compartamos nuestras emociones con ellos, validando de esta manera su mundo interior y normalizando el hecho de “sentirse así” ante una situación tan excepcional como esta. Te invito a compartir tu experiencia y la de tus hijos para que podamos aprender juntos! Muchas gracias!

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